Tras la convulsa Junta de Accionistas de la semana pasada, el Sevilla se encuentra sumido en una crisis institucional, deportivo y económico, con dos déficits acumulados de 60 millones y unas cuentas para esta temporada sin aprobar.
Ante este panorama, en dicha asamblema ya se oyeron voces de que esta campaña se acabaría con otro agujero económico de unos 30 millones, debido al descalabro en la Champions, el finiquito de Lopetegui, la contratación de Sampaoli, el esfuerzo en esta ventana de transferencias y la más que probable ausencia de competición europea el año próximo.
Ante esta tesitura habrá que acudir al mercado a vender a algun activo antes del 30 de junio, si se quiere maquillar un poco las cuentas, pudiendo hacerlo al terminar la temporada, sin obligación de realizarlo en este mes de enero.
El único que cuenta con interés y es susceptible de generar una gran plusvalía es el guardameta Bono, que ha corroborado en el Mundial, la buena trayectoria en el Sevilla, con un Trofeo Zamora incluido.
Un de los clubes que podría hacerle hueco sería el Manchester United, que verá como sus dos porteros (De Gea y Heaton) terminan contrato esta temporada y no cuentan con oferta de renovación.
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El club de Nervión no vería con malos ojos la marcha del cancerbero marroquí por una cantidad entorno a los 30 millones de euros.