La confirmación de los detalles que apuntaba Rabello, junto a las ganas de Reyes, fue lo que se llevó el aficionado ávido de fútbol de este nuevo Sevilla, que goleó a la Roteña. El chileno, con la ventaja de tener ritmo de competición, marcó un golazo de falta, dio otro y llamó la atención junto al olfato y al trabajo de Álex Rubio, el goleador de la noche con dos tantos.
Rabello salió cuando las piernas ya pesaban y su velocidad se convertía en la de un Fórmula 1, pero los detalles están ahí y la calidad también.