El fichaje de Papu Gómez causó mucha ilusión en la afición sevillista, y con razón. El argentino era uno de los mejores jugadores de la Serie A, triunfó y de qué manera con Atalanta, con partidazos en Liga y Champions.
Alejandro tuvo problema con el técnico del equipo de Bérgamo y Monchi lo consideró una gran oportunidad de mercado, firmándolo varias temporadas con el Sevilla FC.
La realidad es que ha pasado sin pena ni gloria por la entidad de Nervión, tuvo algunas buenas actuaciones, pero las lesiones y la falta de implicación, hicieron que el Sevilla le rescindiera su contrato al final del pasado mercado de verano. El argentino había encontrado acomodo en el Monza italiano.
La noticia del día la cuentan en ‘Relevo’, y es que el Papu Gómez ha sido suspendido por las autoridades antidopaje, con dos años sin poder jugar al fútbol profesional.
Según informan, a finales de noviembre le detectaron en la sangre, una sustancia prohibida, después de un entrenamiento con los sevillistas.
El jugador expuso que tomó un jarabe de su hijo tras pasar una mala noche, sin consultar con los médicos y que por eso tenía esa sustancia en su sangre. En principio será suspendido por dos años, aunque puede recurrir.
