El duelo de este sábado ante el Mallorca se antoja vital para el Sevilla FC. Los hispalenses vienen de ganar en Copa del Rey, pero necesitan empezar a sumar de tres en tres en Liga si no quieren seguir acercándose peligrosamente a la zona de descenso. Para ello jugarán en un campo fetiche, donde únicamente han perdido una vez en todo el siglo XXI.
Sin embargo, Diego Alonso tendrá que tirar con lo que pueda, ya que tiene a nueve jugadores en la enfermería. Fernando Reges, acusado de una subluxación en el hombro, no podrá ser de la partida en tierras baleares; al igual que Marcos Acuña, que sigue aquejado de una sobrecarga en el bíceps femoral.
Jesús Navas no volverá hasta enero, ya que su lesión en los isquiotibiales necesita un tiempo de recuperación muy parecido al de Loïc Badé, que ha sufrido una rotura de grado II en el gemelo.
Al igual que el capitán, Tanguy Nianzou sufre una lesión en los isquios, aunque su tiempo de baja es indeterminado.
Suso (muslo) y Nyland (cuádriceps) son dos bajas más en el conjunto hispalense, a las que tenemos que sumar a Erik Lamela. El argentino, pese a trabajar de manera parcial, no está aún disponible para Diego Alonso.
Con la enfermería de nuevo a rebosar, el técnico uruguayo deberá hacer encaje de bolillos en un fin de año que se antoja complicado y fundamental para el futuro cercano de la entidad nervionense.
