La destitución de Diego Alonso ha dejado un hueco en el banquillo del Sevilla Fútbol Club que nadie parece querer. Tras dos temporadas convulsas en las que hasta cuatro entrenadores han pasado por Nervión, la dirección deportiva busca un técnico que pueda sacar al conjunto hispalense del pozo.
Las informaciones apuntan a Quique Sánchez Flores como el elegido por Víctor Orta para dirigir a los blanquirrojos hasta, al menos, final de temporada. Pese a otras informaciones que relacionan a técnicos como Javi Gracia, Manolo Jiménez o Diego Martínez con el banquillo sevillista, el madrileño parece tener ya el beneplácito de la cúpula nervionense.
Sin embargo, hay un entrenador que parecía descartado y que no quiere quitarse del cartel tan pronto. Joaquín Caparrós, que fue galardonado hace unas semanas con el banquillo de oro del Sevilla, ha dejado claro que su salud no es un impedimento para dirigir a su ex club.
El utrerano ha sido tajante en su cuenta de X: «Quiero desmentir algunas informaciones dadas sobre mi estado de salud . Actualmente me encuentro perfectamente, con mucha fuerza y no ha habido cambios en mi estado y sigo con la misma mentalidad y energía de siempre».
Sin duda, una solución a tener en cuenta y que ya ha sido tomada en otras ocasiones cuando el Sevilla lo estaba pasando mal.