La venta de En-Nesyri antes del 30 de junio se antoja necesaria para la entidad sevillista, con la intención de enjuagar al máximo el déficit que se espera en este ejercicio económico.
El goleador marroquí es la gran baza de mercado con la que cuentan los rectores rojiblancos, que intentarán exprimir al máximo sus opciones, teniendo en cuenta el interés de varios equipos de la Premier por su delantero.
Así, el que más se ha interesado en las últimas horas sería el Tottenham, por delante del West Ham de Lopetegui y el Aston Villa de Emery.
En las primeras conversaciones, el Sevilla se ha descolgado pidiendo 30 millones de euros y el pase definitivo de Bryan Gil, tasando la operación en unos 36 millones de euros.
Los andaluces pretenden hacerle otra jugada a los londinenses, cuando hace tres años traspasaron al propio Bryan por 25 millones más la ficha de Erik Lamela.
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Los ingleses no están por la labor de llegar a esas cantidades, ya que conocen las necesidades sevillistas y que el jugador entra en su último año de contrato, pero al menos no podremos decir que los nervionenses han tirado bajo en sus pretensiones.
