La marcha de Ocampos ha supuesto un duro varapalo para la popularidad, muy tocada ya, del Consejo de Administración y de la dirección deportiva.
Víctor Orta tenía órdenes directas de rebajar la masa salarial de la plantilla, pero el coste puede ser brutal, ya que en estos momentos es un candidato a bajar a segunda división, habiendo bajado mucho la calidad y la experiencia de la plantilla.
El club tanteó el mercado de futbolistas libres pero con muy poco convencimiento. Habló con Memphis Depay, al que se le hizo una propuesta a la baja, pero sus pretensiones económicas eran inalcanzables para el Sevilla y finalmente se ha ido al club que más pasta le ha dado.
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Se preguntaron por otros futbolistas libres, pero sin las prestaciones que podría haber dado el holandés y para cubrir el expediente ante la prensa y los aficionados.
Salvo sorpresa mayúscula, la plantilla se quedará así y se arriesgará a esperar al mercado de enero. Se reza para que Peque, Iheanacho e Isaac den un paso adelante de cara a gol.