La plantilla ha perdido a los mejores jugadores y se han traído otros, que mucho de los casos, baja el nivel prácticamente en todas las posiciones del campo.
Es cierto que la situación económica es muy mala, y es en parte culpable de esa bajada de nivel generalizado del equipo.
Es evidente que en el Sevilla existen muchos problemas más importantes que los jugadores que tienen, y es que es fiel reflejo de lo que hay en la dirección deportiva y en el consejo de administración de la entidad.
Se ha normalizado perder, y la afición ya no se va del campo enfadada, más bien resignada. Lo cierto es que se está demostrando que el Sevilla tiene una dependencia brutal a Monchi, y es que si consigue éxitos es por las buenas gestión de él y si falla, todo se hunde.
La prueba son los dos caminos en el desierto que atravesó la entidad y sufre ahora, cuando no está el de San Fernando a los mandos de la confección de la plantilla.
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Es evidente que aunque haya cometido errores, la única estructura con la que el Sevilla ha tenido éxitos ha sido con la de Monchi en la Dirección Deportiva.
El Sevilla debería buscar a un director deportivo de élite o bien intentan convencer a Monchi de que vuelva, algo imposible con José María del Nido Carrasco a los mandos.