Al final del encuentro de ayer todo era felicidad en el Ramón Sánchez-Pizjuán y en el vestuario de los nervionenses. Habían conseguido tres puntos claves para salir de los últimos puestos de la clasificación.
Además se anunció la renovación de García Pimienta, una decisión que fue aplaudida por el vestuario, pero que ningún sevillista de a pie entendía. Levantó muchas críticas en el periodismo sevillano, no tiene mucho sentido, una renovación tras siete jornadas.
Aunque en el mismo partido hubo bastante tensión, ya que al Sevilla le está costando últimamente rematar las ocasiones que tiene. El partido se le complicó bastante con la lesión de Saúl, que dejó frío a los jugadores, y con ese gol inesperado del Valladolid.
Además en los últimos minutos se quedó con un jugador menos, Marcao se vio obligado a cometer una falta cuando un futbolista del Valladolid se acercaba peligrosamente al área sevillista. García Pimienta le echó la bronca a Valentín Barco, que fue el futbolista que perdió ese balón previo a la expulsión del brasileño. El entrenador dijo esto en rueda de prensa:
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«La segunda tarjeta es una acción que Barco tiene que dársela a Ejuke, hacemos una jugada de uno contra uno y se acabó el problema. Tenemos que ser más prácticos».
«La diferencia entre Marcao y Colo es que uno tiene mucha experiencia y el otro tiene 20 años. Ha sido necesaria, porque sino el jugador de Valladolid llegaba solo a portería».
