El Sevilla FC celebró este viernes su Junta General de Acionistas, en la que José María Del Nido Carrasco renovó su cargo como Presidente de la entidad.
Con un nuevo «conejo sacado de la chistera», como calificó el abogado de Del Nido Benavente, dejó sin voto a las acciones de su padre que sobrepasaba el 25% del capital «por no notificar al Consejo Superior de Deportes (CSD) el control de un porcentaje mayor del 25% del capital social».
García Quíllez argumentó que «Ley de Sociedades Anónimas Deportivas obliga a comunicar la compra, no la representación», por lo que advirtió al Presidente que se estaba cometiendo un delito societario.
El caso es que Del Nido Carrasco sacó adelante la Junta, aprobó las ruinosas cuentas del año 2022, 2023 y 2024, y además se colocó con dos asientos dentro del nuevo Consejo, formado por 8 miembros.
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Además del suyo como Presidente, entró en el Consejo un nuevo miembro en representación de una de sus sociedades, Sosteloi SL, de la que tendrá que nombrar un representante, que muchos piensan que será Antonio Lappi.
Parece inverosímil como José María del Nido Carrasco, sin apenas acciones, aprovechando las de su padre le confió en su momento y con el apoyo del resto de grandes accionistas, ha sido capaz de colocarse en la dirigencia del club y meter además un nuevo consejero de su sociedad.
Sin duda hablamos de un nuevo mago en el Sevilla. Hemos pasado del «Mago Ramón» (Monchi) al «Mago Junior»…
Por último, dejamos la reflexión que durante la Junta hizo el accionista Ricardo Galán: ¿Por qué ocho consejeros? La única justificación que encuentro es económica. A menos consejeros, mayor reparto económico a nivel individual…»
