Robert Lewandowski forma parte de esos futbolistas de élite que mantienen su ritmo de juego en buena forma pese a los años que tiene de carrera. A sus 36 años, el polaco se mantiene jugando al máximo nivel, algo que resulta
impensable para muchos futbolistas, quienes a su edad no logran sostener su estado de forma y mucho menos pueden
jugar en un equipo de élite como el Barcelona. Y es que el ariete del Barsa es puro talento y preparación física, lo que lo ha convertido en uno de los mayores goleadores del mundo desde los últimos 15 años.
Para mantenerse en forma, Robert es bastante consciente de que debe someterse a una gran preparación física y
mental. Su dualidad en ambas facetas es algo que le ha servido tanto para ser siempre uno de los favoritos de las casas de apuestas españolas, así como de las de otros países, en los mercados de máximo goleador de casi todas las competencias en las que participa. Pero, vamos al grano, ¿de qué va su gran capacidad atlética?, pues, para contarte el secreto del delantero, hay que hablar desde la forma en que entrena hasta de la forma en la que come…
Una preparación física óptima desde la pandemia
La longevidad del nivel deportivo de Lewandowski es algo que data desde hace ya varios años. La primera vez que
sorprendió al mundo con su físico imponente fue durante la pandemia, cuando aún era jugador del Bayern Múnich. Para aquel entonces, ya el jugador tenía más de 30 años, edad en la cual la gran mayoría de futbolistas comienzan una declive física (debido a la edad) que acaba inevitablemente en el retiro en menos de una década.
Pese a ya tener 32 años durante la pandemia, Robert (al igual que otros jugadores de aquel Bayern) sorprendieron al mundo tras haber llegado a la vuelta del fútbol con un estado de forma envidiable. Se le notaba musculoso, veloz y muy efectivo a la hora de enfrentar a los rivales, sin mostrar indicios de cansancio por la edad. En aquel entonces, fue posiblemente el mejor jugador del mundo, año en el cual muchos expertos y fanáticos aclamaron que merecía ser ganador del balón de oro.
Sus resultados no fueron casualidad, pues se debían a un estricto régimen de entrenamiento que se llevó a cabo en el equipo teutón. Uno de los más recordados por su estado de forma en aquel entonces fue su excompañero Leon
Goretzka. Sin embargo, quien mostró el mejor rendimiento y estado de forma fue el polaco, quien desde entonces no dejó de seguir dicho régimen de preparación física basado en buen sueño, entrenamiento constante y su otro secreto, una dieta especial.
La “dieta invertida” y demás detalles del régimen alimenticio del polaco
Gracias a los detalles compartidos por su cónyuge, Anna Lewandowska, se pudo conocer los detalles de la forma en la que el delantero se alimenta durante su preparación física. En su dieta, Lewandowski prioriza el consumo de azúcares y carbohidratos al inicio de sus comidas, seguido de la carne y demás proteínas y dejando de último el consumo de sopas y ensaladas. Esta dieta es conocida como la “dieta invertida”, debido a que se invierte el orden del consumo de los alimentos. Según la nutricionista y especialista en fitness, esta dieta es el secreto del delantero para mantenerse en forma pese a su edad y dar el máximo en el máximo nivel del fútbol europeo.
La dieta de Lewandowski no solo se basa en jugar con el orden del consumo de los alimentos, sino también en evitar el consumo de ciertos alimentos como el gluten y alimentos procesados. Los alimentos antioxidantes también forman parte de la dieta diaria del jugador, quien consume muchos alimentos como avena, atún, entre otros alimentos conocidos por sus propiedades antioxidantes.
Por último, el delantero polaco prioriza mucho el descanso y el alternar sus planes de ejercicios, los cuales pueden ser mentales. Esto implica tener un estricto respeto por las horas de sueño y de vez en cuando leer un libro o ejercitar la mente mediante distintos métodos estimulantes de los procesos cognitivos. Como consecuencia, Lewandowski logró alcanzar un estado de forma impecable, lo cual lo convierte en una verdadera pesadilla para los guardametas y defensas rivales.
