Muchos medios de comunicación informaban en los días previos al partido del pasado viernes frente al Valencia, que si García Pimienta salía derrotado de Mestalla, iba a ser destituido.
Tras la jornada de reflexión del sábado, el club se reunió este domingo para tomar una decisión. Finalmente se anunció oficialmente el despido del técnico catalán y la contratación de Joaquín Caparrós.
Rápidamente los aficionados sevillistas, señalando como claro culpable de la situación a José María del Nido Carrasco, también han pedido la destitución de Víctor Orta.
El director deportivo está haciendo un trabajo pésimo en Nervión, y después de haber traído a García Pimienta y a otros técnicos como Diego Alonso, sería comprensible pensar que el siguiente que fuera despedido fuera él.
Informan en ficherio.com, que en la reunión de ayer, y tras enterarse Orta de que la decisión era prescindir de los servicios del míster, habría puesto su cargo a disposición de los miembros del Consejo.
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Sin embargo, han decidido darle una nueva oportunidad, que precisamente coincide con su último año de contrato.
El hecho de que ya esté planificando la próxima temporada, buscando entrenador y formando una plantilla más competitiva, además del coste de despedirlo antes de tiempo y buscar un sustituto que quiera venir ahora al Sevilla, ha declinado la balanza a su favor.
