Este domingo Sevilla y Betis juegan un partido que no es un partido cualquiera: para los sevillanos es ‘el partido’, y se comienza a jugar desde quince días antes del pitido inicial y, sobre todo, colea durante muchas semanas después. Aunque en este tipo de choques, los pronósticos se ponen a secar al sol, los números miran hacia el Sevilla, que no es que ande para lanzar las castañuelas al aire, pero anda en la pelea, sobre todo después de haber enterrado una pesadilla: la de llevarse 13 meses sin ganar fuera de Nervión. Ganó al Espanyol en Cornellá y los de Unai Emery soltaron lastre.