Cansado y «algo tocado» por el muchísimo frío que pasó en Islandia, más aún que por los 180 minutos que ha disputado con Croacia, pero «feliz y con muchísimas ganas». Rakitic llegó a Sevilla el miércoles por la noche, tras un largo viaje desde Zagreb, donde logró la clasificación para el Mundial, y ayer por la mañana ya se ejercitó a las órdenes de Unai Emery, que no forzó a su capitán y líder en el campo. El suizo-croata alzó su voz: llega con fuerzas para ponerse al mando de las operaciones. Explicó sus sensaciones e incluso habló de su posible renovación, aunque sobre ésta afirmó que «no hay nada que decir». «Siempre me puedo quedar aquí, si puedo elegir, mucho tiempo más. Hay tiempo para hablar de eso, pero ahora mismo no es importante ni yo ni nadie, solamente el Sevilla Fútbol Club y ese derbi», recalcó.