Existen personas a quienes le señalan la luna y miran el dedo y las hay que además de mirar al dedo se enamoran de él y odian a la luna, y usan ese dedo como arma arrojadiza contra ella, y la menosprecian y la intentan igualar en belleza y esplendor con ese dedo, y claro, con esas comparaciones, ellos, dentro de su ignorancia, se autodefinen y se describen además de estar siempre mosqueados por la imposibilidad de conseguirlo.