No deja de ser llamativo lo caprichoso que resulta muchas veces el fútbol. Cuando todo apuntaba a un final de año 2013 ilusionante en clave blanquirroja, sobre todo por los resultados que venía cosechando últimamente, lo cierto es que el sevillismo vuelve a tener razones para sentirse desaminado con su equipo. Y es que el Sevilla, que venía lanzado tras conseguir tres victorias consecutivas en la Liga, sufrió un pequeño parón en su escalada liguera al no poder pasar del empate a uno ante el Athletic Club en el Sánchez-Pizjuán. Resulta imposible ganar todos los partidos y más para un equipo como el Sevilla, eso es evidente, pero no es menos cierto que todo el mundo esperaba ese golpe encima de la mesa que terminara de espolear al conjunto sevillistas.