El Sevilla consiguió en el Vicente Calderón uno de esos empates que sólo pueden alcanzar los denominados equipos grandes. La escuadra de Emery asaltó el feudo inexpugnable de la Liga con un planteamiento muy serio y compacto, que luego el entrenador tornó en hasta atrevido y ofensivo para sumar el botín. Este Sevilla FC crece, y de qué manera. Acumula ya ocho partidos sin perder en la Liga. Rakitic, como casi siempre, tiró de galones para dirigir la orquesta y convertir de penalti el gol de los sevillistas en la segunda mitad. El Calderón se rindió a los pies de un Sevilla FC que, además, evitó el liderato en solitario de los locales.