Tras dos meses de espera, la Europa League regresa con sus eliminatorias de dieciseisavos de final. En el caso del Sevilla, lo hace con el equipo sumido en una racha de seis jornadas sin conocer la victoria en el campeonato liguero. Entre errores propios, de los colegiados y aciertos rivales, las buenas sensaciones nacidas a raíz del partido de Cornellá-El Prat han desaparecido en gran parte. El Sevilla, tan capaz de marcar tres goles por partido como de encajarlos, necesita recuperar con urgencia su mejor versión. En este sentido, el torneo continental puede venirle muy bien para conseguirlo. Su rival en esta eliminatoria no debe ser un problema a la hora de acceder a los octavos de final –donde esperaría el vencedor del duelo Betis-Rubin Kazan–, pero esa teórica superioridad hay que demostrarla en el campo.