Hay historias sorprendentes en torno al fútbol. Una de ellas es la que protagonizó Darek Guzik, aficionado sevillista que vive en Polonia y que recorrió más de 1.500 kilómetros para poder ver a su equipo. En la ida hizo escala en Austria y en la vuelta, justo cuando usted esté leyendo esta información, Guzik estará en su coche volviendo a su país natal.