Con buenas dosis de carácter y también de fortuna –Floro remató al larguero en el 93’ y poco antes Machis tuvo otros dos cabezazos francos para batir a Palop– el Sevilla fue capaz de sobreponerse a la adversidad del penalti y la expulsión de Diego López (33’) para no volver de vacío de Los Cármenes. No jugó bien el equipo de Míchel mientras el partido estuvo once contra once, con tremendas lagunas defensivas de Fazio –que ya pudo cometer antes del 1-0 un penalti– y nula aportación ofensiva de Reyes, nada nuevo por otro lado, pues el utrerano está defraudando a propios y extraños desde su regreso a casa por Navidad.