La victoria frente al Real Madrid ha dado a la afición nervionense una de las mayores alegrías de los últimos tiempos. Independientemente de la rivalidad entre ambas escuadras, el triunfo confirma, por la forma en que éste se fraguó, que algo ha cambiado, y para bien. El Sevilla dio imagen de equipo con las ideas claras, capaz de dejarse la vida ante un adversario de superior potencial e incluso de crearle ocasiones claras de gol. Su buen trabajo tuvo como premio la victoria, merecida.