El partido que Cicinho hizo el sábado hizo que el aficionado del Sevilla creyera ver nuevamente por la banda derecha del Sánchez-Pizjuan que el que estaba por detrás de Navas era el propio Alves, llevó mucho peligro cada vez que subía y doblaba al palaciego y para más inri, no dejó que Di María o Cristiano Ronaldo crearan ni el más mínimo peligro sobre la portería de Palop.