El triunfo en la Copa de Europa de 1992, el primero de su historia, dio un espaldarazo comercial al club, que decidió variar su indumentaria. Sin ser nada revolucionario, Kappa introdujo una franja blanca en los laterales. ¡Blanca! La alergia del Barcelona a ese color hizo que hubiera protestas por el diseño, aunque luego ese uniforme le dio bastante suerte al equipo dirigido por Cruyff, con el que ganó dos ligas y una Copa de la UEFA.