Al presidente José Castro no le molestan los cantos de sirena que llegan desde Italia y que pretenden captar el interés de Emery para la próxima temporada. Ni le molestan ni le preocupan, porque habla a diario con el entrenador y sabe que es feliz con el proyecto que tiene entre manos. Pero el fútbol le ha enseñado a ser cauto. «Todo puede ocurrir, aunque no lo creo en vista a lo que él dice, y a lo contento que está aquí», decía este martes el dirigente.
