Lo del Sánchez-Pizjuán ante el Real Madrid no fue un espejismo, y así quedó refrendado en Riazor, donde el Sevilla dio un repaso de muy señor mio a un Dépor que se mantuvo vivo en el partido hasta el último cuarto de hora por la falta de gol de los sevillistas, que empezaba a ser más que preocupante cuando Negredo (75’) acertó a remachar un centro de Cicinho en la séptima ocasión clara (cuarta suya) que creaban ante el portal de Aranzubia, que luego vería cómo Rakitic (83’) le hacía el 0-2 con el culo al repeler un despeje suyo de espaldas a portería.