Es prácticamente imposible predecir la imagen del conjunto ‘viola’ cada fin de semana. Equipo irregular, capaz de lo mejor y lo peor en cuestión de días, está a un paso de volver a una final europea, 25 años después. Una defensa con vocación ofensiva, un mediocampo creativo y dos puñales por banda en ataque con un claro goleador como referencia ofensiva. Ese es el aspecto de esta Fiorentina de Montella.