La lesión de un futbolista importante en el esquema de un entrenador siempre es un contratiempo, pero si ésta se produce en la recta final del campeonato, el perjuicio es si cabe mayor. La buena noticia de la clasificación para las semifinales de la Liga Europa en San Petersburgo trajeron aparejada una mala, la lesion por siete meses de Nico Pareja, jefe de la defensa sevillista.