Mucho se seguirá hablando, después de lo que ya ayer dio de sí la acción, de la decisión o decisiones que se tomaron en el banquillo sevillista en los diez minutos en los que los profesionales dedicados a ello estuvieron atendiendo a Krychowiak. Decisiones con muchos padres, pero de igual responsabilidad, que posiblemente propiciaron la primera derrota del Sevilla en quince meses ante su afición. Desde Emery al no decidirse a hacer el cambio, hasta el propio jugador al salir tan pronto a que lo asistieran, pasando por el médico -el hijo de Antonio Álvarez desde la marcha de Juanjo Jiménez a China- al no estimar correctamente el tiempo en que esa hemorragia iba a ser taponada…