El Monchi de hoy es un ejecutivo que parece reverdecer el ojo clínico que le ha hecho famoso como director deportivo. Trajeado, habitualmente detrás de sus gafas de sol, Ramón Rodríguez Verdejo guía una de las direcciones deportivas más eficientes de la última década. Sobra cuantificar sus éxitos y también alguno de sus últimos pufos, por qué no decirlo.