Aunque en estos momentos de felicidad nadie quiera ver nada que pueda enturbiar este Paraíso, los aficionados deben saber que en el Sevilla FC se vive una auténtica guerra civil con sordina pero muy cruenta. Hasta Monchi, que hace unos meses pregonaba a los cuatro vientos que se quedaría en el Sevilla hasta que el Sevilla quisiera, ha tenido en los últimas semanas dudas cuando se le presentó una ampliación de contrato.