Era un 1 de julio del año 2005, el Sevilla celebraba en una calurosa noche veraniega su Gala del Centenario, que iniciaba el año de conmemoración de la centenaria historia del club de Nervión. En el Ramón Sánchez-Pizjuán, un nervioso Javier Labandón, conocido artísticamente como «El Arrebato», aguardaba su momento para dar a conocer su composición para el «Himno del Centenario», encargada meses antes por la directiva presidida por José María del Nido.