Luismi (23 años) sintió cómo se le paraba el reloj una mañana de noviembre de 2012. El Sevilla Atlético disputaba los puntos al Real Jaén, cuando se disponía a despejar de cabeza un balón aéreo y no vio la del jiennense Nino, con sus mismas intenciones. El choque fue tremendo. El prometedor futbolista de Puerto Serrano (Cádiz) fue atendido en la misma ambulancia que lo trasladó de la Ciudad Deportiva del Sevilla a la Clínica del Sagrado Corazón, donde tras un TAC inicial se le detectó la fractura del temporoparietal (dos huesos del cráneo).