No se cansa de repetir Emery que los recién llegados aún deben exhibir el nivel competitivo que caracteriza a su Sevilla. Por ello, no dudó en tirar ante el Gladbach de la base del curso pasado. Devolvió la titularidad a Banega y Reyes, ausentes frente al Levante, y apostó por su clásico 4-2-3-1, con N´Zonzi y Andreolli, en este caso por motivos de fuerza mayor, como únicos refuerzos en el once.