En esos momentos, Immobile llegó a pasarlo mal, pero un compañero de la plantilla le dio su mejor consejo: «Cuando llegué a Sevilla todo el mundo me daba consejo, me hablaban de cómo era la ciudad, el vestuario… Pero el mejor me lo dio Carriço, me aconsejó que aquí debes estar siempre concentrado y no escuchar lo que digan de ti».