La pizarra de Míchel es clara. Sin apenas borrones y con una tiza blanca que remarca como ninguna otra que hombres son los indiscutibles en cada puesto. Alineación memorizada por el madrileño y por la propia afición nervionense, la misma que expondrá en el césped de la Romareda el próximo domingo a las 12 horas, pero aún con alguna excepción.