Dado el nivel de los clubes que conformaban el sorteo de unos octavos de Europa League muy exigentes, el Sevilla puede darse por afortunado, si bien deberá extremar la precaución ante un Basilea que no sólo tiene la motivación de acoger la final de esta edición, sino que en las últimas temporadas ha sido un habitual en la Champions, donde ha completado algunas gestas importantes, eliminando, por ejemplo, al Liverpool.
