Monchi no lloró quizás por la costumbre de ganar tantas semifinales y de vivir una nueva final como sevillista. Pero no quita para que esté ilusionado y feliz con volver a hacer historia: «Hemos creado un monstruo de ganar. El trabaja está muy bien hecho. Es un año difícil pero estamos en dos finales. Hay que ir a por las dos».