Y la obsesión con el gol va in crescendo y afecta ya prácticamente a todo el equipo, desde Navas a Babá pasando por Reyes, Rakitic o el mismo Negredo, que ayer engordó su cuenta particular, de penalti –ya lleva 7 goles, el 58% del total del equipo–, pero falló también dos ocasiones muy claras que privaron al Sevilla de traerse siquiera un punto de su última visita a San Mamés, donde los de Bielsa resistieron veinte minutos de acoso final jugando con uno menos.