Andrés Palop, el culpable de todos los males del Sevilla FC. O al menos esa conclusión se saca visto lo visto de un tiempo a estar parte. Primero fue cuando se le relegó a la suplencia ante un acertado en sus inicios Javi Varas. Parecía que había demasiada gente en jubilarle, mirando antes su documento nacional de identidad, que lo realmente importante, unas credenciales ganadas a pulso en un largo caminar como sevillista.