Tranquilo e inquieto a la vez. Lo primero porque entiende que su experiencia en Sudamérica es suficiente para saber lo que significa un Sevilla-Betis y lo segundo porque «la idea» está tardando en ser asumida por los futbolistas en su plenitud. «A nivel de resultados estamos bien, a nivel de juego estamos iniciando el proceso de corregir cosas, pero no hay tiempo. Tuvimos rápido las finales, partidos importantes y ahora éste, para consolidar colectivamente lo que uno quiere y seguir insistiendo», indicó el técnico de Casilda, que tiene una gran estima del rival.