Victoria trabajada y de mucho oficio la de un Sevilla que fue de menos a más en el duelo ante el combativo Olympique de Lyon de Bruno Genesio. El conjunto de Sampaoli mostró mayor solidez y cohesión en sus líneas que en anteriores ocasiones y supo cortar con éxito las innumerables llegadas de su oponente en la primera mitad. El fútbol del Sevilla no fue brillante, ni de lejos, pero al menos esta vez se mostró como un bloque en una cita de máxima exigencia. Ben Yedder se reivindicó con un gol importantísimo. Vietto mandó un penalti a las nubes. El jefe volvió a ser un inconmensurable Samir Nasri. La victoria, como se quería, convierte en oro el punto conseguido en el Juventus Stadium en la primera jornada.