El encuentro del miércoles en Son Moix entre el Mallorca y el Sevilla será una dura prueba para Joaquín Caparrós. Después de que su equipo cayera en la mañana de ayer goleado en Valencia ante el Levante, el técnico utrerano se encuentra en la picota. Muy atrás queda el enorme respaldo que encontró este verano por parte de la directiva bermellona, cuando fue renovado como el hombre en el que depositar toda la confianza.