El aficionado sevillista se ha acostumbrado a salir victorioso e ilusionado por seguir dando pasos ya sea en Europa o en la Copa del Rey. Y es que desde hace ya casi dos años, concretamente desde el 29 de enero de 2015, fecha en la que quedó eliminado ante el Español en los cuartos de final de la Copa, el Sevilla no sabe lo que es dar el brazo a torcer en una ronda a doble partido: todo lo que juega, lo supera.