Si rectificar es de sabio, reincidir es de testarudo. Ambos casos se dan en el Sevilla, que por tercer año consecutivo tendrá que corregir una plantilla que, a mitad de curso, vuelve a dejar en evidencia las distintas carencias que tiene. Pese a la grave situación económica general, que afecta de forma particular a la entidad de Nervión, el club que dirige José María del Nido no tendrá más remedio que continuar buscando fórmulas para redirigir el rumbo de un equipo que continúa adoleciendo de una evidente falta de gol, como volvió a demostrar durante el angustioso triunfo ante el ahora colista de la Liga, en el que tuvo que mediar un central que hacía tres años que no marcaba para decantar la balanza y calmar una aguas que amenazaban ya tormenta.