Futbolísticamente, el Celta de Berizzo quedará como un conjunto que sumadas sus diferentes virtudes lo fue todo. Tuvo competitividad extrema a falta de fútbol, fue durante toda una temporada un equipo monumental y atractivo, y nació recto en su primer año, con lo positivo que eso resultó para crecer. Berizzo pasó tres años en los que pudo unir método único con sentido de pertenencia, una combinación que eleva el techo emocional y futbolístico porque el mensaje va de la mano de un motivo superior.
Ver Noticia[ad id=»88331″]