Afortunadamente, el Sevilla lleva muchos años sin tiempo para lamerse las heridas después de una derrota. Salvo la contingencia de que llegue ese trance siempre indeseado antes de los inoportunos parones ligueros, la actualidad europea impele al grupo de profesionales a ponerse las pilas de nuevo inmediatamente con la mirada en el inmediato horizonte cercano. Así, una vez más, la Liga de Campeones copa la actualidad nervionense como un oportunísimo quite del perdón. Llega el Maribor al Ramón Sánchez-Pizjuán, la cenicienta del Grupo E, y el Sevilla de Berizzo centra sus energías en solventar de forma positiva este trámite que, no se olvide, es un partido de Champions.
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