La dirección deportiva sevillista es consciente de que clubes como el Fulham llevan varios años siguiendo su progresión y que otros, especialmente de la liga rusa, también se han interesado anteriormente. Es decir, un supuesto interés, el procedente de Alemania, que sirve de mucha ayuda a la hora de encarecer un producto que cambiaría de camiseta si llega una oferta superior a los seis kilos.