Ha sido una semana especial. Llena de expectativas e ilusiones. De sueños y botellines de Cruzcampo soltando espumas de fiesta. Una semana que, como un collar lujoso, se abrocha este domingo con el oro labrado de los sueños más deseados. En esta semana se han producido miradas que hemos cruzados, fugazmente, con los colegas que son de la misma raza, aunque su piel sea negra o amarilla tres delicias.Sabemos que una misma emoción nos amarra y eriza una piel que es idéntica a la tuya. Somos de la misma nación. Pertenecemos al mismo país. Nos baña el mismo río que pasa por Nervión. Y cantamos todos un himno que nos nace en la sangre y se hace verso y emoción en nuestras gargantas.