Aunque Carriço podría ser un apaño, la idea, sin urgencias, es traer a uno específico que le ofrezca presencia, dominio y control a una zona clave en el juego. Los partidos en pretemporada, con Kondogbia por incorporarse, confirman que ahí todavía falla algo y no solo es cuestión de que el entrenador aporte soluciones. Faltan mimbres. El gasto se ha hecho en la delantera y la inversión será sensiblemente inferior a la de Bacca o Gameiro. Aún queda dinero para apuntalar al equipo y no repetir uno de los defectos de la pasada temporada. En ello está Monchi.