Iván Rakitic se juega mañana tarde (20.15) en Zagreb. Será en el Maksimir, el estadio del Dinamo de Zagreb y de la selección croata, que verá abarrotadas sus 40.000 localidades para un partido histórico, el que puede devolver a Croacia a un Mundial después de perderse la cita de Sudáfrica en 2010. Desde que es país independiente, después de alcanzar la tercera plaza en 1998, sólo ha faltado a la cita donde España se proclamó campeona del mundo. Lo tiene en su mano, tras el empate a cero goles en la ida en Islandia. Será un partido que desde el Sevilla miran con el recelo de ver expuesto a su capitán, con un peso específico inmenso en una de las dos semanas más especiales para el club de Nervión, en la que se mide al eterno rival del barrio de Heliópolis.